viernes, 24 de junio de 2011

R.I.P Osama Bin Laden

Articulo escrito por mi amigo Arturo Carballo Madrigal para el Diario el Pais,Cr.


Abordar la veracidad y legitimidad de los hechos relacionados con la muerte de Osama Bin Laden resulta un camino lleno de ambigüedades e hipótesis inconclusas. La poca claridad de las pruebas y de los hechos no permiten establecer criterios claros, salvo que queramos basarnos en las versiones oficiales del gobierno estadounidense. El 11 de septiembre de 2001 aviones comerciales se estrellan contra edificios en la emblemática ciudad de Nueva York y otros lugares del territorio estadounidense, causando así pérdidas humanas y abriendo una herida muy profunda en la vida misma de los ciudadanos de todo el mundo, a partir de ahí se marca un antes y un después, una experiencia traumática para la colectividad.
El mundo entero pudo "informarse" apenas minutos después de los ataques pues el despliegue informativo fue masivo (no era para menos). Así en pocas horas el indignado gobierno norteamericano haciendo gala de su "honor y patriotismo" declara la guerra global contra el terrorismo en cualquier parte del planeta.

Los servicios de inteligencia del gobierno norteamericano precisaron apenas de unas horas para saber el nombre del autor intelectual de los hechos y presentan entonces los datos ante el público internacional. Resulta lógico preguntarse, ¿cómo alguien con tal poder de destrucción y capaz de fraguar un plan para penetrar en la seguridad del imperio, pudo pasar desapercibido? Llegando hasta la cocina de la mansión disfrazado de mayordomo para envenenar el café a plena luz del día.

Las autoridades estadounidenses toman entonces una serie de medidas para reforzar la seguridad nacional y combatir el terrorismo globalmente, domésticamente se declara "La Ley Patriótica" la cual permite la prisión preventiva de sospechosos de terrorismo sin avisar a sus familiares lo cual constituye un secuestro, cualquier similitud con la lejana promulgación en 1935 de la "Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes" es producto de la imaginación.
En materia de Derechos Humanos el asesinato de Osama (partamos de su realidad) pudiese representar una violación al Derecho a la vida (entre otros tantos). Pero, ¿cómo tener una opinión sin criterios? y ¿cómo tener criterios? Cuando no sabemos si Osama y compañía estaban armados o rendidos y tampoco sabemos si fueron acribillados o torturados. La única fuente no se caracteriza por su veracidad; resulta más fidedigno cualquier chisme de barrio, oficina o del "mismitico Facebook".

Una vez muerto el enemigo público número uno del mundo a pocos les puede importar si se le leyeron sus derechos al "famoso criminal", pero salta la pregunta en caso de haber sido procesado legalmente Osama ¿ante cual organismo internacional pudiésemos recurrir para salvaguardar el nombre, honor y dignidad de Osama?, cuando de todos los tratados y documentos internacionales en materia de DDHH el gobierno de los EEUU no ha ratificado ninguno , de manera tal que no debe explicaciones a nadie y nadie le puede pedir explicaciones; pues ellos simplemente caminarían haciendo ademanes de ídolo agotado ante las molestas preguntas de la prensa mientras caminan hacia su mundo de opulencia y grandeza. La lucha en materia de la preservación, fomento y desarrollo de la tutela de los DDHH no ha sido estandarte ni prioridad para los gobiernos norteamericanos, ellos prefieren invertir de maneras más lucrativas y creativas.

El estatuto de Roma de 1998 de la Corte Penal Internacional en su artículo quinto señala; el genocidio, los crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y agresión como los crímenes que puede conocer dicha Corte. Sin embargo el estatuto no entra en vigencia hasta el año 2002 cuando obtuvo las sesenta rarificaciones requeridas, es decir posterior a los hechos atribuidos a Osama. De todas maneras no ha sido ratificado por los EEUU. Lo que sí ha hecho La Casa Blanca es establecer más de sesenta convenios bilaterales con gobiernos de países pequeños y débiles económicamente, los cuales están comprometidos con EEUU a cambio de ayuda económica y humanitaria; dichos convenios impiden procesar ciudadanos estadounidenses por crímenes de guerra salvo que sea el gobierno norteamericano quien los procese.

Hablar de Derechos Humanos en un supuesto caso, donde no se tienen hechos concretos y donde independientemente de los hechos, habría impunidad pues no hay firma o ley aplicable, resulta bastante espinoso. Lo cierto es que la promoción de estos derechos no es tarea sencilla ni muy apetecida por el "comercio justo" y el capitalismo; sin embargo el avance logrado en los últimos sesenta años es significativo y esperanzador. La lucha aun es joven, también es y será fuerte, pero queda una vida por delante para seguir avanzando y depurando un verdadero sistema mundial de protección de los DDHH; se necesita, claro está mucha voluntad ciudadana y política, así como detener la carrera armamentista; mientras tanto pues bueno muchísimas interrogantes, pero eso no debe desalentarnos después de todo sin preguntas no hay respuestas.

"Si la tiranía y la opresión llegasen a esta tierra, será bajo el disfraz de lucha contra un enemigo extranjero... La pérdida de la libertad doméstica será cargada de provisiones contra el peligro extranjero, real o imaginario." James Madison.

1 comentario:

  1. Linda mae, ojalá lo puedan leer los que visitan el blog. Saludos mi hermanito.

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